Sabemos que por desgracia los actos vandálicos están asociados a muchas obras y el último ejemplo de ello es la pintada que ha aparecido en la fachada románica de Praterías de la Catedral de Santiago de Compostela con la palabra Kiss y unos bigotes azules simulando un grupo de rock.
Desde la Concejalía de Cultura se ha considerado un atentado cultural y se están buscando a los posibles autores que tendrán que soportar una sanción que va desde los 6.000 hasta los 150.000 euros.
Es considerada una infracción grave a pesar de que no estamos ante uno de los peores actos ya que se estima que la escultura será limpiada y su coste de restauración no será elevado sin costar ningún daño a la misma.
Sin embargo, todo el sector amante del arte y las antigüedades nos hemos quedado muy sorprendidos sobre cómo pueden seguir dándose tal cantidad de actos contra el patrimonio cultural de todos.
Y es que no es la primera vez que vemos actos de este tipo y si no recordar por ejemplo los ataques en el Guggenheim de Bilbao en octure de 2010 cuando un joven se alzó contra el cuadro Booz recibe la herencia de Elimelec de Jan Victors con una navaja.
En el año 1974 el artista Tony Shafrazi salpicó el guernica de Picasso y escribió Kii lies all.
La sirenita de Copenaghe también ha sido otra víctima al sufrir dos decapitaciones.
En 1914, la sufragista Mary Richardson cortó el cuadro Venus del espejo de Velázquez con un cuchillo.
Y por supuesto La Mona Lisa de Da Vinci también ha sido atacada varias veces, una con ácido, otra con una piedra o pintura roja.
Desde Setdart y como apasionados del arte y las antigüedades luchamos cada día por una mayor seguridad y cultura hacia todo tipo de obras para que este tipo de suceso no vuelvan a ocurrir.