Sabemos que el arte nace de un sentimiento y ¿qué más cariño el que le procesamos a las mascotas hoy en día? De ahí surgió la idea de la artista Rocío Gómez por retratar mascotas tras la pérdida de su perro.

Para ello, capta algunos rasgos que admite que son difíciles de dibujar como la fuerza de su mirada que es diferente en cada animal. Finalmente su objetivo es que el propietario reconozca a su querido animal en cada lienzo y transmita su personalidad.

Y como en cada obra de arte, el primer paso es documentarse, por lo que la pintora admite tener siempre un diálogo con la persona que le encarga el retrato para conocer su personalidad y decidir aspectos como el tamaño o la técnica artística utilizada. No obstante, suele utilizar grafito por lo que son en tonos grises aunque también hace uso de lápices de colores o técnicas mixtas.

Entre sus clientes, admite que la mayoría lo encarga cuando fallece ésta y decide tener un recuerdo imborrable de ella, aunque también hay algunos que lo hacen como regalo para el dueño.

Son muchas historias que rodean su trabajo y dada su empatía admite sufrir en muchos de los encargos. Entre sus animales favoritos para el retrato se encuentran los Dogos alemanes y los Bulldogs donde los liegues de la piel o los belfos ayudan a crear un volumen cuyo resultado finale es espectacular..

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