Durante los últimos meses, hemos vuelto a ser protagonistas de cómo el mercado mundial del arte ha superado cualquier expectativa en lo que se refiere a dinero recaudado en el sector. Y es que los precios se han disparado y los coleccionistas parecen estar dispuestos a pagar más y más llegando a cifras récord.

En el año 2014 se calcula que se compró arte por un valor superior a los 51.000 millones de euros, cifra difícil de asumir, pero un 6% más que el año anterior.

Este hecho también se refleja en el aumento de ferias internacionales que han pasado de ser 15 a 180 nada más y nada menos. De hecho, después de la crisis ha más millonarios que nunca, unos 2500 que acumulan 73.000 millones de euros y una de las vías de escape de parte de ese dinero es el mercado del arte.

Por su parte Internet también tiene gran culpa de ello puesto que se ha consolidado como un medio muy viable para la compra y venta de este tipo de bienes.

Los expertos por lo tanto apuntan a una burbuja en el mercado en el que los grandes coleccionistas no reparan en gastos ni tampoco muchas instituciones.

Una de las salidas a esta posible masificación es la aparición de nuevos coleccionistas que apuesten por caminos menos trillados como por ejemplo la fotografía o el vídeo.

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