El protagonista no ha sido otro que uno de los hombres chinos más ricos del mundo que pujó nada más y nada menos que 14 millones de euros por un jarrón de la dinastía Song con el objetivo de exponerlo en nu museo de su propiedad.

El jarrón tiene un valor muy elevado pese a su tamaño que es de tan sólo 21,5 centímetros. Destaca por su hisptira puesto que fue uno de los objetos que formaban parte de la decoración de la corte imperial Hangzhou, capital de China durante la dinastía Song. Además, debido a la escasez del bronce durante este período, se utilizaba porcelana para crear réplicas de reliquias más antigüeas.

El precio de salida fue de 6,2 millones de euro, una cifra también muy alta pero que superó todas las expectativas gracias al interés que despertó entre varios coleccionistas interesados.

No obstante, Liu Yiqian, su comprador también se ha hecho conocido en este sector del arte y las antigüedades ya que previamente compró también un tapiz tibetano con 600 años de antigüedad por 45 millones de dólares entre otros objetos.

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