Últimamente no paramos de anunciar nuevos récords en subastas de arte, pero lo cierto es que la activación del mercado del arte es toda una realidad y otro ejemplo de ello ha sido la obra de David Hockney «Portrait of an Artist (Pool With Two Figures)», de 1972 que alcnazó el valor de los 90,3 millones de dólares, el precio más alto alcanzado hasta el momento por un artista aún vivo.
El entusiasmo durante la subasta era palpable ya que su obra estaba considerada como una de las más importantes del artista británico que cuenta ya con 81 años.
El pintor británico, que empezó a hacerse conocido en Reino Unido en la década de los 60, se ha convertido en uno de los artistas vivos más populares, aunque su trabajo inicialmente no era percibido con seriedad por los llamativos colores que utiliza y unas figuras demasiado realistas.
No obstante, en la actualidad se le ha reconocido por estar entre los mejores y ejemplo de ello ha sido esta subasta en la que no se esperaba este récord.
Algunos de los lotes que también triunfaron en esta misma subasta han sido «Untitled (Rust, Blacks on Plum)», pintado en 1962 que alcanzó los 35,7 millones. «Study of Henrietta Moraes Laughing», pintado por Francis Bacon en 1969, sí que sobrepasó el precio que le habían otorgado los expertos de la casa de subastas, de entre 14 y 18 millones de dólares, al venderse por 21,6 millones.
La escultura móvil de Alexander Calder, «21 Feuilles Blanches»alcanzó los 17,9 millones. Otra de las protagonistas fue «Discography Two», de Jean-Michel Basquiat, por el que se pagaron 20,9 millones de dólares, «Ocean Park #137», de Richard Diebenkorn, que alcanzó 22,5 millones de dólares, y «Untitled», de Christopher Wool, que se vendió en 15,2 millones de dólares.
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